Pusimos el despertador bien temprano, era nuestro primer día de trekking por Kumano Kodo. Teníamos que coger un bus de Tanabe hasta Takijiri-oji que salía a las 6:50 horas desde la estación de tren de la localidad. Nos levantamos a las 6:00 horas muy descansados, dormimos como niños en los futones. Desayunamos en la habitación y cuando terminamos nos fuimos a coger el bus. Llegamos muy pronto, a las 6:35 horas, y tuvimos suerte que en ese momento pasaba un bus dirección Takijiri-oji que pudimos coger. Cuando entras al bus coges un tiquet y pagas a la salida según el trayecto que haces. Nuestra ruta de hoy de trekking iba desde Takijiri-oji hasta Tsugizakura pero nuestro alojamiento estaba situado 2 km antes, así que tendríamos que recuperar estos km el día siguiente. A las 7:15 horas llegamos a Takijiri-oji por un precio de 960 JPY=6,8 € por persona. Fuimos al punto de información pero estaba cerrado. El tiempo estaba nublado y húmedo pero le daba un aire misterioso encantador. Sin más demoras empezamos la ruta. |
La primera parte era todo subida. Pasado un cuarto de hora llegamos a Nezu-oji, uno de los muchos santuarios oji que nos íbamos a encontrar durante toda la ruta. Sabíamos que había sellos en todos ellos y trajimos una libreta para poder tener un recuerdo. La idea fue muy buena. De momento el sendero era precioso, caminabamos inmersos en un bosque tupido y húmedo lleno de árboles altos y centenarios. Un lugar mágico. Seguimos la ruta hasta subir a un mirador desde el que no había vistas por culpa de la niebla. Según los mapas ahora poníamos rumbo hasta Takahara, unas dos horas andando. Cuando llegamos pusimos el sello y compramos agua en unas máquinas expendedoras, estábamos sedientos. Cuando salimos de Takahara hicimos una subida muy pronunciada. En mitad de ella había un café donde una señora nos estuvo explicando un poco sobre las montañas que nos rodeaban, y una de ellas dijo que era Kōya-san. Parecía que la niebla se estaba despejando, pero no fue así. |
El siguiente santuario que vimos entre la vegetación fue Daimon-oji donde nos encontramos unas japonesas que nos invitaron a unos dulces. Después de sellar nuestra libreta seguimos hasta Jujo-oji. Cuando llegamos vimos que habíamos tardado una hora y 10 minutos. En total ya llevábamos 3 horas aproximadamente andando para hacer 7 km, un buen ritmo que no podíamos dejar. Después de hacer una parada técnica y comer algo seguimos en dirección Osakamoto-oji. El tiempo se iba tapando y despejando, de vez en cuando podíamos ver el sol.
Continuamos con una buena subida hasta llegar a Uwadawa-jaya, una casa de té en ruinas muy bonita y muy popular en la zona. A partir de aquí el camino empezó a descender hasta llegar a Osakamoto-oji donde llegamos en una hora 15 minutos aproximadamente. En el camino encontramos muchos cangrejos pequeños, qué graciosos!!
Nuestra próxima parada era Chikatsuyu-oji, hora de comer, así que pusimos rumbo a esa dirección sin demora. A mitad de camino nos encontramos una estatua muy bonita en el Gyuba-doji donde aprovechamos para poner otro sello en nuestra libreta. Después de 55 minutos llegamos a Chikatsuyu-oji donde hicimos una parada para comer. Allí vimos una piedra con una inscripción y poca cosa más. Ya no quedaba mucho trayecto para llegar a nuestro destino. El alojamiento estaba ubicado entre Chikatsuyu-oji y Tsugizakura-oji.
Cuando salimos de Chikatsuyu-oji lo hicimos por asfalto. Seguimos un rato por dentro de bosque y volvimos a salir al asfalto para empezar una subida de esas que te acuerdas al final del día. Cuando estábamos en la parte de arriba vimos una señal conforme nuestro alojamiento estaba a 100 metros. Madre mía qué emoción!!! Ya habíamos terminado nuestro primer día de trekking con 15 km y 5:45 minutos en la espalda. Después de la última subida estábamos cansados pero cuando vimos el homestay nos vinimos arriba. El sitio era chulísimo, nuevo y muy bien decorado. Estuvimos un rato en la parte de fuera tomando un té y gozando de las vistas pero enseguida entramos para poder darnos una ducha de agua caliente.
Una vez dentro nos enseñaron nuestra habitación (tatami con futones) y los baños, que comodidad!!! La señora de la casa nos dijo que la cena sería a las 18:00 horas. A las 15:00 horas, una vez duchados, nos acercaron a un onsen público del pueblo que nos pareció genial. Allí los baños públicos están separados por sexos. Hay una parte para hombres y otra para mujeres. La señora nos llevó en coche hasta allí y nos dijo que ya nos pasaría a buscar más tarde. Íbamos vestidos con los yukatas, kimonos típicos japoneses, mola!!! Fue un rato de lo más entretenido pasados por agua con unas buenas vistas del pueblo. Al rato nos vino a buscar la señora y fuimos hacia la casa. Estuvimos descansando hasta que nos llamaron para ir a cenar.
La cena fue espectacular, con postre y todo. Cuando terminamos acordamos la hora del desayuno, mañana teníamos unos 21 km por delante y no queríamos levantarnos muy tarde. Después de cenar y reposar un poco la comida nos fuimos a dormir exhaustos.