Empezaba nuestro último día de turismo por Japón, qué penilla más grande!!!! Aún así nos levantamos temprano para ir a visitar el resto de cosas que nos faltaban por ver de Tokyo. Una ducha matutina y fuimos a desayunar al Starbucks, había uno situado al lado del hostel. La primera parada del día fue en el gimnasio Arashio para ver como entrenaban los luchadores de sumo. Después de desayunar cogimos el metro dirección Bakuroyokoyama y allí hicimos transbordo hasta Hamachō. Cuando salimos del metro no fue fácil ubicarnos para encontrar el gimnasio y solo después de mucho preguntar nos dieron las oportunas indicaciones. Se trata de un pequeño local lleno de deportistas que van luchando por turnos. No te dejan acceder al interior y solo puedes mirar a través de una ventana no muy grande. Después de hacer algunas fotos nada bonitas por la situación y el reflejo del cristal nos fuimos. Tras la visita rápida al gimnasio volvimos a coger el metro en Hamachō hasta Nezu haciendo transbordo en Ogawamachi para ir a pasear por el distrito de Ueno. Famoso por su extenso parque Ueno-kōen y por el barrio de Yanaka lleno de centenares de templos trasladados de diferentes puntos de Tokyo desde hace décadas. |
Cuando llegamos a la parada de Nezu empezamos el circuito a pie recomendado en la guía que nos desplazó al barrio de Yanaka, una zona mágica que no te puedes perder. Durante todo el paseo había vendedores de galletas de arroz prensado que al final compramos, similares a las tortitas de maíz, estaban muy ricas!!! Al rato decidimos retroceder dirección al parque pasando por el cementerio Yanaka-reien, uno de los mayores camposantos de Tokyo por albergar más de 7000 almas. Enseguida llegamos al primer parque público de Japón, Ueno-kōen. Las construcciones datan del siglo XVII y algunas de ellas son modelos de otras que ya existen. Encontramos el Tōshōgu inspirado en el santuario de Nikkō, y el Kiyōmizu que toma como modelo al de Kyoto. |
La zona del parque justo al lado del estanque Shinobazu estaba lleno de puestos de comida y aprovechamos para comer algo. Después de un largo paseo por Ueno pusimos rumbo a pie hasta el distrito de Asakusa. De camino pasamos por Ameyoko, un mercado al aire libre muy grande ubicado entre las estaciones de Ueno y Okachimachi con miles de paradas que venden productos que van desde alimentos frescos y pescados, a la ropa y piezas de época.
Hacia el mediodía llegamos a Asakusa y dedicamos parte del tiempo a hacer unas compras en la calle Kappabashi repleta de productos de menaje para la cocina. Madre mía nos volvimos locos!!!! Muy recomendable. Después de las compras pasamos por el hostel para dejar algunos paquetes y continuamos haciendo turismo por la zona. No podíamos irnos sin dar un paseo por la zona del Centro Asahi y de la Tokyo Sky Tree.
No encontrábamos ningún sitio donde comprar algo rápido de comer por los alrededores así que fuimos a dar una vuelta por la zona del templo de Sensō-ji justo al lado del hostel. Había mucha gente, mucho turista y aprovechamos para comprar algunos souvenirs que aún nos faltaban. Antes de terminar nuestro último día queríamos ir a visitar parte de los distritos que más nos habían gustado. De camino al metro nos compramos unos onigiris para saciar el hambre. Cogimos el metro dirección Harajuku y cuando llegamos fuimos directamente a la calle Takeshita para ver el espectáculo de disfraces. Después de dar un largo paseo por Harajuku cogimos el metro hasta el distrito de Shibuya, qué mejor manera de despedir nuestras vacaciones que ir a ver por última vez el cruce peatonal de personas más abarrotado del mundo, fue genial!!!!! Al rato nos fuimos a cenar. |
Estábamos muy cansados para buscar un local nuevo y decidimos repetir, fuimos a cenar al Mura. Cenamos muy bien, comimos de lujo!!!! Cuando terminamos de cenar regresamos al hostel, preparamos la mochila para el día siguiente y nos fuimos a dormir. Madre mía qué día...difícil de olvidar!!!!
Udagawacho, Shibuya
Tokyo