Hoy dejábamos nuestra Kyoto para ir a Kōya-san, primera parada antes de empezar el trekking por Kumano Kodo en la prefectura de Wakayama. Llegar a Kōya-san no es fácil pero teníamos la ruta muy bien aprendida. Teníamos que coger el primer tren JR a las 7:06 horas de la mañana desde la estación de Kyoto dirección Osaka. Nos despertamos muy temprano para no llegar tarde, queríamos desayunar algo antes de coger el tren. A las 6:00 horas nos levantamos cogimos nuestras mochilas pequeñas y nos fuimos a desayunar al hall del hostel. Un poco de pan de molde tostado con mermelada y un yogur de fresa bebible que nos compramos la noche anterior. Después de desayunar hicimos el check out en la recepción y nos fuimos directos a la estación de tren.
Puntuales cogimos el tren JR dirección Osaka. Llegamos a destino al cabo de media hora, y allí cogimos la loop line hasta Shin Imamiya. En ésta parada teníamos que cambiar de compañía de trenes, sólo teníamos 4 minutos para comprar los billetes y subir al tren Nankai, pensábamos que sería fácil pero no fue así. Cuando llegamos a la parada encontramos la otra compañía y el andén subiendo unas escaleras, pero nos dificultó bastante la tarea el comprar los billetes. La máquina expendedora estaba en japonés y nadie nos ayudaba. Tienes que comprar el billete normal hasta la parada Gokurakubashi y el billete de cable car hasta Kōya-san, un total de 1260 JPY=9 € por persona. Cuando lo tuvimos comprado ya habíamos perdido el tren por tanto nos tuvimos que esperar al siguiente. El problema es que el siguiente no era directo y tenías que hacer algún trasbordo por el medio, pero bueno así lo hicimos.
A las 8:15 horas cogimos el tren Nankai hasta Hashimoto donde teníamos que hacer el trasbordo. Al cabo de una hora aproximadamente llegamos y allí ya nos esperaba el tren para turistas hacia Gokurakubashi. En éste trayecto se empezaron a despejar las nubes y salió el sol, qué bien!!! Hacia las 9:15 horas empezamos el trayecto hasta el cable car. Una hora de curvas en tren por la montaña con un paisaje increíble. Había momentos que pasábamos por sitios muy estrechos y encantadores. Un viaje fantástico. Hacia las 10:15 horas cogimos el cable car hasta la estación de Kōya-san. En 5 minutos subimos tantos metros que te desequilibrabas y todo, qué emoción!!!
Una vez en la estación hay autobuses que te esperan. Hay tres tipos diferentes y nosotros cogimos el 2 porqué parábamos en el centro. Son 290 JPY=2 € por persona. No es posible ir a pie hasta el centro del pueblo, está prohibido. Una vez en el bus bajamos en la parada número 6, Senjuinbashi, justo en el centro. Como había salido el sol no queríamos perder tiempo, y aprovechamos para ir a visitar los templos más importantes del pueblo. Más tarde ya iríamos a la guest house a hacer el check in. Empezamos por ir a ver el templo de Kongobuji, el recinto donde está ubicado el templo es gratis pero para acceder al interior de éste, donde hay murales y arena rastrillada, tienes que pagar. Precio de 500 JPY=3,5 € por persona, incluido un té con pastas, mira qué bien!. |
Entramos en el interior e hicimos una ruta por todas las habitaciones llenas de murales y dibujos que había en los paneles y por todos los jardines llenos de arena rastrillada, cómo les gusta y qué bonito es!! Al final de la ruta hay una sala muy grande donde nos ofrecieron té con alguna pasta, que amables son, qué envidia!!! Después de ver éste templo nos fuimos directamente al Danjo Garan, uno de los primeros complejos construidos por Kobo Daishi en Kōya-san. Amplio, tranquilo, silencioso, lleno de templos, con una magnífica pagoda y un ambiente único. Hay muchas construcciones en el interior pero las más importantes son Konpon Daito, una pagoda de colores de un solo nivel realmente preciosa. El Kondo, un pabellón principal que alberga las más grandes ceremonias religiosas. Y el Miedo, también llamado templo de retratos que actualmente suele estar cerrado al público. |
Justo al lado de éste último templo hay un pino que dice la leyenda que en lugar de tener hojas de dos racimos las tiene de tres. Ya os podéis imaginar a la mayoría de gente por los alrededores del árbol buscando hojas de tres racimos, bendita inocencia!!!
Después de visitar el complejo seguimos la calle hacia el oeste y llegamos a una de las puertas de entrada al pueblo más famosas, llamada Daimon. Desde allí vimos muchos senderos por los cuales poder hacer múltiples excursiones por los alrededores. Hicimos unas cuantas fotos y regresamos por el mismo camino. Éstos días en el pueblo celebraban 1200 años de peregrinaje, un estilo al camino de Santiago en España, y por eso había mucha cantidad de peregrinos en todos los templos.
Mientras buscábamos un sitio para comer llegamos a la entrada de Oku-no-in, un complejo religioso conmemorativo rodeado de un extenso cementerio budista, el más grande de Japón. Para entrar al recinto sepulcral se hace a través de un sendero sinuoso y adoquinado flanqueado por cedros y miles de tumbas. Según se juntan los árboles y el clima nebuloso que habitualmente hay resulta un paraje francamente fascinante.
El recorrido por el complejo son unos 2 km aproximadamente, pero en el puente de Naka-no-hashi decidimos salir e ir a comer. Después de mucho buscar nos decidimos por un local que había en las inmediaciones, Wafu Ramen Miyama. Después de comer, al estar cerca, fuimos a hacer el check in a la Guest House Kokuu, qué maravilla de sitio!!!
Después de dejar nuestras mochilas, y viendo que el día aún aguantaba, nos fuimos a hacer el resto del recorrido del complejo de Oku-no-in, concretamente la parte donde está ubicado el mausoleo de Kobodaishi Gobyo. Delante del mausoleo se encuentra el Tōrō-dō, también llamado el templo de las linternas. Los del hostel nos explicaron que hacia las 16:00 horas veríamos una ceremonia en el templo, el Mando-e. Había tanta gente que nosotros nos fuimos a terminar de ver el complejo.
Cuando acabamos de ver el complejo nos fuimos a hacer un café en el Komicoffee, caían cuatro gotas y nos fuimos a resguardar un rato. Tomamos un café con leche, un zumo de manzana y al final nos arriesgamos con un pastel riquísimo de té, todo por 1242 JPY=8,8 €. Al rato vimos que se volvía a despejar y decidimos ir a ver los templos de noche ya que según la guía estaban muy iluminados. El tiempo estaba genial y el paisaje resultó ser algo realmente precioso.
Cuando terminamos de dar una vuelta fuimos a cenar al Shunsai Kameya, una recomendación del hostel que nos pareció genial. Comimos espectacular, justo al lado de la guest house y con un trato más que amable. Al terminar de comer, muy cansados, nos fuimos a dormir. El día siguiente teníamos que irnos a KiiTanabe, lugar de inicio de nuestro trekking por Kumano Kodo.
Kōya-san - Japón