Hoy teníamos una agenda apretada, empezábamos el día haciendo un Elephant Safari. Pusimos el despertador a las 06:30 horas de la mañana para estar desayunando a las 07:00 horas. Comimos porridge, huevos con tostadas, patatas y té, un típico desayuno nepalí. Todo riquísimo. A las 08:00 ya estábamos preparados para la excursión. El guía nos llevó hasta el inicio de la actividad, un recinto lleno de elefantes hembras que esperaban los turistas para poder salir a pasear. Encima de las elefantas había un habitáculo para poder sentarse cuatro personas. Nosotros nos subimos con unas mujeres francesas del hotel. Solo salir del recinto nos encontramos con una rinoceronte y su cría estirados en la hierba. Qué pasada de animales!! Estuvimos tirándoles fotos hasta que de repente se levantó de golpe la madre medio mosqueada, qué susto!! Después de tirar un montón de fotos seguimos la ruta con elefante. Nos íbamos adentrando al bosque con la elefanta, no paraba de comer y de hacer sus necesidades, menuda!!!! Vimos cervatillos, cerdos salvajes, algún mono de lejos, y poca cosa más. Estuvimos un rato dentro del río a ver si veíamos cocodrilos pero no tuvimos suerte. Al cabo de una hora y media aproximadamente volvimos al lugar de partida. Antes de irnos del recinto pudimos tocar a las elefantas, qué piel más dura y rasposa tienen. Nos explicaron que éste tipo de excursiones las suelen hacer elefantas al ser más barato adquirirlas, comprar elefantes machos sale más caro. Estuvo muy divertido, nos encantó la experiencia. Cuando nos íbamos al hotel, el guía nos dijo que iban a bañar alguno de los elefantes y nos dijo si queríamos ir ya que entraba dentro del pack que teníamos. Buahhhhh!!! qué ilusión, pues claro que fuimos. Menudo panzón de reír, que rato más chulo, divertido, bonito, espectacular. Una actividad genial, muy pero que muy recomendable. Como la hicimos de imprevisto nos quedamos empapados, no llevábamos bañador. Mojados hasta la médula regresamos al hotel, una ducha y a comer. Nos hicieron sopa, hamburguesa vegetal con patatas fritas y verduras al vapor. Muy rico. |
A las 12:15 horas del mediodía nos pasaron a recoger por el hotel, nos llevaban a hacer la actividad de Jeep Safari, una excursión en camioneta por el Parque Nacional de Chitwan. Cuando llegamos al punto de inicio, nos explicaron que como eran las fiestas los guías venían con retraso, por tanto nos esperamos unos 45 minutos aproximadamente a que llegaran. A las 13:00 horas empezamos la excursión. Cruzamos el río con una barca que no parecía muy segura, cuando llegamos a la orilla anduvimos unos minutos hasta las camionetas que eran tipo jeep, abiertas por la parte de arriba. Éramos un grupo de 10 personas. El chico que nos condujo hasta la actividad nos dijo a modo de secreto que nos teníamos que situar en la parte delantera de la camioneta si queríamos ver más cosas. Se lo agradecimos un montón, porqué así lo hicimos.
Preparados y aposentados en primera fila empezamos la excursión. Después de unos minutos de conducción el guía empezó a tocar el hierro del camión con una piedra, era la señal para que el conductor parara. Vimos unos cervatillos como Bambi, unos cerdos salvajes y demás animales pequeños. Empezamos un camino forestal y de repente venía en dirección contraria un rinoceronte...madre mía que pasada!!! Fue genial verlo andar y acercarse hasta nosotros. El conductor tenía que ir tirando para atrás. Tuvimos algún momento delicado pero al final el rinoceronte desapareció en medio de los parajes del parque. Nos quedamos sin palabras. Seguimos la excursión con mucha emoción. De repente nos paramos todos los jeeps que íbamos y nos pusimos a ver una manada de monos que iban saltando por encima nuestro. Menudas fotos hicimos, que paisaje más espectacular. Después de las primeras dos horas de safari, queríamos hacer una parada, pero de repente le dijeron al guía que había un rinoceronte cerca y allí que fuimos. Dios mío que situación, el rinoceronte en medio de unos 5 jeeps, mirando y comiendo. Parecía que se iba pero volvía...se oían un montón de arranques, de embragues...fue apoteósico. Una experiencia indescriptible, se tenía que vivir. Hicimos una parada de 15 minutos aproximadamente en medio del parque para poder entrar en una reserva de cocodrilos Gaviales y tortugas, entrada 100 NPR=0,75 € cada una. Estuvo bien, son unos cocodrilos con la boca muy larga y estrecha, un animal peculiar la verdad. |
De vuelta al jeep empezamos a deshacer el camino para regresar hasta el punto de partida. Durante el trayecto vimos más cervatillos, cerdos salvajes, monos, pájaros, pavos reales y demás. Cuando estábamos a punto de llegar, el guía le dijo al conductor que fuera rápido, no se lo que escuchó, pero de repente entrevimos un bisonte cruzando el camino, fue tan rápido que aún hoy no se si lo vi o no. Dejamos el jeep, cogimos la barca para cruzar el río y regresamos al hotel. Fueron 4 horas de safari muy interesantes...queríamos ver un tigre de bengala, pero la suerte no nos acompañó. Una lástima!!
La cena del día fue un poco más de lo mismo, sopa, albóndigas de verduras, arroz, pollo y verduras al vapor. Después de un día completo, una cena completa. Cuando terminamos de comer subimos a la camioneta y nos llevaron a ver un espectáculo de la cultura Tharu en el centro del pueblo. Entramos en una fábrica abandonada y empezaron a hacer bailes regionales. Algunos mejor que otros la verdad, pero estuvimos entretenidos. La traca final fue cuando los Tharu nos invitaron a bailar con ellos, fue total!!!!
Después del último baile regresamos al hotel exhaustos. Mañana será otro día.