Nos levantamos a las 07:00 horas de la mañana en el Long Life Hotel y bajamos a desayunar. Lo sirven al lado del jardín y la piscina, da una sensación de paz y tranquilidad inmejorables. El desayuno es un buffet libre basado en huevos, bacon, pan tostado, frutas, pastas, cafés o tes, todo riquísimo. Cuando terminamos el desayuno nos fuimos a la sastrería Kimmy Taylor.
Hoi An es conocido por tener miles de sastrerías dónde te hacen la ropa a medida. Tu les dices el modelo, color y tejido que te gusta, te toman las medidas, y en uno o dos días te lo dan perfecto. Los locales tienen un catálogo con marcas importantes para que puedas elegir los modelos que más te gustan. Nosotros pedimos recomendación a la chica del hotel, y nos envió a Kimmy Taylor (Calle Tran Hung Dao número 70). El trato fue excelente y nos decidimos por dos chaquetas de invierno. Nos tomaron las medidas y quedamos que el día siguiente haríamos una prueba antes de terminarlas.
Después del shopping nos fuimos a realizar el circuito a pie recomendado en la guía de viaje. Estuvimos dando un paseo de unos 3 Km. aproximadamente por las calles de Hoi An, visitando templos, pagodas, salas de reuniones, mercados y demás. Es una ciudad muy bonita, la verdad es que nos fascinó. Fueron unos días increíbles. A media mañana nos paramos en el Hai Cafe a tomar un refresco, hacía mucha calor. Nos dimos cuenta que cualquier lugar de éste hermoso pueblo tenía cierto encanto, y por tanto sabíamos que sería un sitio difícil de olvidar. Seguimos el recorrido hasta el famoso Puente Japonés. Es un monumento histórico que en la década de 1590 la comunidad japonesa construyó para poder comunicarse con los barrios chinos situados al otro lado del río. Es muy sólido porqué los constructores originales temían la amenaza de los seísmos. En el transcurso del tiempo la decoración del puente ha permanecido bastante fiel al diseño japonés original. Terminamos el recorrido de la guía poco después del puente, pero nosotros decidimos alargarlo un poco e ir a ver la Pagoda Cao Dai y el Monumento a las víctimas de la Guerra que están un poco más apartados del centro. |
Para volver al centro dimos la vuelta por An Hoi, una península situada al otro lado del río de Hoi An y desde dónde se pueden realizar unas fotos del casco antiguo espectaculares, sobretodo de noche. Para comer decidimos ir a un restaurante vegetariano recomendado por la guía de viaje, Quan Chay Co Dam, un pequeño local en el centro de Hoi An dónde comimos arroz, tortilla, y vegetales. No había posibilidad de escoger, ya tenían el menú hecho. Como no tenían postre nos fuimos a la pastelería del Cargo Club, y nos comimos un chocolate cheesecake y una mousse de chocolate.
Al terminar de comer el postre, regresamos al hotel. Reservamos el autobús que en días posteriores nos llevaría a la ciudad amurallada de Hué por un precio de 5 USD=4 € por persona. Para descansar un poco nos fuimos a dar un baño en la piscina del hotel.
Después de un rato de relax nos fuimos a cenar al centro. Cuando llegamos al casco antiguo de la ciudad, éste estaba iluminado con farolillos de colores, era muy bonito, daba gusto pasear por esas calles. Según leímos en algunas señales, cuando hay luna llena prohiben el paso a las motos, realmente es una ciudad de ensueño.
Fuimos a cenar al Hai Cafe, un restaurante que por la noche hacen barbacoa, y la verdad es que tenía muy buena pinta. Comimos calamares con lemongrass y unas brochetas de ternera, todo muy rico. Para terminar la cena un postre, un helado rebozado en coco con salsa de fruta de la pasión y menta. Increíble. Después de cenar volvimos al hotel y a dormir.
Hoi An - Vietnam
Hoi An - Vietnam