Era el último día que estábamos en Hanoi y no quisimos desaprovecharlo. Nos levantamos igual de temprano que los días anteriores. A las 07:30 horas de la mañana nos despertamos, lo recogimos todo e hicimos las mochilas para el check out. Pudimos dejar las mochilas en la recepción del hotel hasta que el transfer al aeropuerto (precio 13 USD=9,75 € los dos) nos recogiera hacia las 17:00 horas de la tarde.
Una vez todo gestionado nos fuimos a desayunar al Joma Bakery y así planificar la ruta que haríamos. Decidimos visitar el Mausoleo de Ho Chi Minh y alrededores. No hacía un gran día, pero tampoco nos extrañó mucho, el tiempo no nos acompañó en la parte norte del país.
Cuando terminamos de desayunar fuimos a buscar la calle Trang Thi y cruzamos la vía del tren hasta llegar a la avenida Dien Bien Phu que nos llevaría a la antigua ciudadela de la ciudad de Hanoi. Actualmente la ciudadela es una zona cerrada donde viven los militares y sus familiares. Cerca de donde empezaba la ciudadela vimos el Museo del Ejército, la Torre del Estandarte y la Estatua de Lenin. La zona estaba llena de grandes avenidas con aceras muy amplias que hacían mucho más fácil el paseo, sin peligro de ser atropellados por motos.
Subimos por la calle Nguyen Tri Phuong hasta la puerta norte de la antigua ciudadela donde aprovechamos para acercarnos a ver la catedral de Cua Bac (Iglesia de la Reina de los Santos) para hacer geocaching, pero había demasiada gente y no pudimos encontrarlo. Seguimos por la calle Phan Dinh Phung para ver el templo de Quan Thanh. Cuando queríamos entrar a verlo vimos que teníamos que pagar entrada (10.000 VND=0,4 € por persona) y al final no quisimos entrar, no valía la pena. No obstante al lado vimos el lago Ho Tay (lago del oeste) que nos pareció grandioso.
Dirección sur cogimos la calle Hung Vuong para llegar hasta la zona del Mausoleo de Ho Chi Minh. Cuando llegamos a la plaza Ba Dinh nos paramos a ver el Palacio Presidencial, un edificio inmenso de arquitectura colonial francesa de un color amarillo rodeado de árboles de mango que crecían en los jardines. Palacio que está situado detrás de puertas de hierro forjado flanqueadas por garitas que actualmente no se puede visitar. Dimos toda la vuelta a la plaza Ba Dinh para poder llegar hasta la entrada del mausoleo que estaba en el otro lado. El Mausoleo de Ho Chi Minh está abierto de 08:00 a 11:00 horas de la mañana y son muy estrictos con las medidas de seguridad. Resulta que mientras el mausoleo está abierto solo hay una zona por la que poder acceder, cuando éste está cerrado se abren otras zonas de acceso. Nosotros llegamos a las 10:45 horas y nos dimos prisa para poder entrar. Tuvimos que seguir una serie de medidas, en primer lugar dejar las mochilas en consigna hasta como máximo las 12:00 horas aunque podíamos llevarnos las cámaras de fotografiar y teléfonos móviles. En segundo lugar se tenía que seguir un camino rayado que si lo sobrepasabas o ibas por otro sitio te llamaban la atención. Al final llegamos a la entrada del mausoleo esperando nuestro turno para entrar. Vimos un cambio de guardia. Una vez dentro, en todo momento tenías que mostrar una conducta respetuosa, no se podía ni hablar ni reírse; no se podía entrar con pantalón corto; no se podía entrar al interior del mausoleo con las manos en los bolsillos y tenías que quitarte cualquier tipo de sombrero al entrar; entre otras medidas. |
En el interior del recinto había mucha seguridad, cada tres metros había un guardia que no te quitaba ojo. En un santiamén vimos embalsamado a Ho Chi Minh y llegamos al final. Según explican, el presidente antes de morirse dijo que quería que lo incineraran pero no le hicieron ni caso montando todo este circo en el que se le exhibe como un símbolo de la unidad nacional.
Las medidas de seguridad cesan hacia las 12:00 horas del mediodía. Recogimos las mochilas y fuimos a dar un paseo por el complejo del mausoleo. Nos detuvimos en la Pagoda del Pilar Único una de las más bonitas del complejo, aunque estaba llena de turistas. Siguiendo el recorrido, desde fuera vimos el Palafito de Ho Chi Minh, una casa pequeña de madera que utilizaba el mandatario para relajarse, de color amarillo.
Después de dar una vuelta por el recinto nos fuimos a ver el jardín botánico que estaba muy cerca, precio 2.000 VND=0,10 € por persona. Hicimos un poco de geocaching y al rato ya nos fuimos a comer.
Como teníamos aún dinero vietnamita para gastar decidimos ir a un restaurante con buenas recomendaciones en la guía, el Five. Después de dar unas cuantas vueltas no lo encontramos, por tanto dedujimos que el local había cerrado. Barajamos otras opciones y al final fuimos al Green Tangerine, un local ubicado en una antigua casa colonial debidamente restaurada. En la carta había cocina francesa y vietnamita. Nos encantó, muy recomendable. El servicio es inmejorable.
Al terminar de comer nos fuimos a dar un paseo por el casco antiguo para hacer nuestras últimas compras pero al rato empezó a llover y decidimos volver al hotel.
A las 16:45 horas apareció el transfer que nos llevaría al aeropuerto. En una hora llegamos al aeropuerto de Hanoi - Noi Bai. Hicimos el check in con la compañía Thai que nos llevaría hasta la siguiente escala, Bangkok. El avión salía a las 20:25 horas de la noche. Debido a algún problema empezamos a embarcar a las 20:10 horas pero salimos on time y llegamos a Bangkok según horario previsto, a las 22:25 horas.
Una vez en Bangkok tuvimos que ir al estand de British Airways para que nos dieran los boarding pass de los vuelos hasta Barcelona. Después fuimos a comprar algo para cenar y nos lo comimos en la puerta de embarque para no perder tiempo, éste era muy justo. El avión salía a las 00:30 horas de la madrugada y el embarque era a las 23:50 horas.
Nos encontrábamos en el día 29 de viaje. Eran las 01:30 horas de la madrugada y aún estábamos en Bangkok, el avión tuvo problemas eléctricos y no podíamos irnos. Finalmente a las 02:30 horas el avión despegó sin problemas dirección Londres. Después del cambio horario y el retraso llegamos a destino a las 08:00 horas de la mañana, por suerte no perdimos el enlace del avión a Barcelona. Al mediodía llegamos finalmente a Barcelona. Recogimos las maletas y fuimos al exterior donde nos esperaban nuestros queridísimos amigos para volver a casa.
Conclusión, un viaje recomendable 100%.