Hoy poníamos rumbo a los alpes japoneses, primera parada Kanazawa. Queríamos coger el tren de las 7:38 horas, por tanto nos levantamos a las 6:30 horas para ir con tiempo. Recogimos las mochilas pequeñas y fuimos a desayunar al Starbucks que hay cerca de la estación de tren. Compramos para llevar un chai tea latte, un capuccino, un cinamon roll y un donut de chocolate y caramelo todo por 1325 JPY=9,4 €. A las 7:38 horas salió el tren JR desde la estación destino Kanazawa, qué día más espléndido hacía!!! Eran dos horas de camino y aprovechamos para desayunar.
Cuando llegamos a Kanazawa fuimos a la estación de autobuses que estaba al lado para comprar los billetes para el día siguiente poder ir a Shirakawa-go y Takayama. Compramos ticket para el primer bus a las 8:10 horas a Shirakawa-go por 1850 JPY=13 € y el ticket para el segundo bus a las 12:15 horas a Takayama 2470 JPY=17,5 €. En Shirakawa-go teníamos la posibilidad de coger un bus antes si terminábamos a tiempo.
Al terminar, fuimos al punto de información y cogimos un mapa. Vimos que los puntos de interés estaban todos a tiro de piedra y decidimos ir andando a todos lados. Primero empezamos por visitar el Omi-cho Market en la zona de Ishikawa. Importante por sus pescaderías que venden pescado y marisco fresco del Mar de Japón. Un mercado no muy grande con muchos pescaderos, clientes y restaurantes donde poder degustar un buen sashimi. Después de dar unas vueltas por el mercado nos fuimos al barrio de geishas Higashi-chaya-gai. Un vecindario de calles de principios del s. XIX para que las geishas entretuvieran a la gente pudiente. Las fachadas de madera de las casas se conservan con todo su romanticismo. De camino al barrio encontramos varios pasajes llenos de cerezos en flor espectaculares para hacer hermosas fotos. |
Dentro del barrio encontramos muchas casas de té antiguas de madera, muy bonitas. Nos paramos en Shima una conocida casa de té de dos plantas de una geisha, de estilo tradicional del 1820 que tenía una colección de peines y de shamisen, instrumentos de tres cuerdas. Precio, 250 JPY=1,7 € por persona. Después de hacer unas cuántas fotos pusimos rumbo a Kenroku-en uno de los tres mejores jardines de Japón. Éste era el segundo que veíamos, recordad que el primero fue el Kōraku-en en Okayama.
Célebre jardín de la dinastía Sung en China que decretó los seis atributos para la perfección: aislamiento, amplitud, artificiosidad, antigüedad, agua abundante y amplias vistas. El Kenroku-en tiene los seis. Cuando llegamos vimos que en los alrededores estaba lleno de puestos de comida que más tarde visitaríamos. Entramos en el recinto del jardín, y sorpresa, hoy era gratis. Había mucha gente pero el recinto era tan grande que no se notaba. Estuvimos merodeando entre árboles centenarios, cerezos, estanques de agua, grandes extensiones de césped, fuentes, farolillos...realmente espectacular!! Al salir del recinto fuimos a comprar algo para comer, un par de pinchos yakitori por 240 JPY=1,7 € y un plato de karaage por 500 JPY=3,55 €. Estaba todo buenísimo. Una vez saciada el hambre nos fuimos al castillo de la ciudad que está delante del jardín. |
El castillo de Kanazawa fue residencia de la familia de Toshii Maeda que gobernó en la región durante más de 280 años. También sirvió de base del ejército japonés y de campus universitario. Varios incendios arrasaron la fortaleza y en la actualidad se está reconstruyendo. El interior del castillo no lo íbamos a visitar pero si sus jardines inmensos que lo rodean. La entrada al parque es gratis, nosotros entramos por Ishikawa-mon, la única puerta que quedó intacta después del incendio ocurrido en 1881. El resto de puertas fueron reconstruidas en 2001.
Después de dar un largo paseo por el parque salimos por la puerta Imori-zaka. Desde allí solo teníamos 10 minutos andando hasta nuestro ryokan ubicado en el barrio de Katamachi. Cuando llegamos al alojamiento nos llevaron a la habitación y nos enseñaron los baños termales compartidos. Nos ofrecieron una taza de té y un dulce de bienvenida, no se les escapa detalle. Después de descansar y gozar de un buen baño nos fuimos a visitar el barrio de Nagamachi, también llamado de los samuráis.
El barrio está justo al lado de nuestro alojamiento, por lo que tardamos bien poco en llegar. Se trata de un distrito donde antiguamente vivían los samuráis, enmarcado por dos canales, atractivo y bien conservado, lleno de callejuelas y casas de adobe. Aprovechamos para entrar en una de éstas casas que está abierta al público, Nomura-me por 550 JPY=4 € por persona. Es una elegante mansión habitada por los Nomura, una importante familia samurái, que como muchas otras, se arruinó cuando finalizó la era feudal de Japón en el período Edo. Cuenta con un bello jardín y todo tipo de objetos y útiles que se utilizaban en esa época. Saliendo de la casa encontramos una cafetería para merendar, Le pont de chocolat Saint Nicolas. Nos comimos unos pasteles de fresa, capuccino y una bebida de manzana por 1835 JPY=13 €, qué bueno todo!!! |
Después de merendar regresamos al hostel para descansar un rato antes de salir a cenar. Hacia las 19:00 horas nos fuimos a cenar al Sushi Ippei, un restaurante de sushi ubicado muy cerca del hostel que estaba muy recomendado. La cena fue espectacular!! Al terminar de cenar le preguntamos a los dueños del local si el castillo y el jardín estarían iluminados por la noche y nos dijeron que si, nos recomendaron ir a verlo.
Pues nada, en poco rato llegamos al castillo y vimos todo el parque bien iluminado. Menudo paisaje para nuestros ojos, nos quedamos boquiabiertos. El jardín Kenroku-en estaba muy iluminado también. No había mucho gente, la paz y la tranquilidad que se respiraba era genial. Después de hacer unas cuantas fotos regresamos al hostel. Vigilad con los horarios porqué cuando abren algunos recintos por la noche, que lo hacen ocasionalmente, te puedes quedar encerrado. Cuando llegamos al hostel nos fuimos enseguida a dormir...menudo día más largo e intenso!!! Nos encantó!!
1-5-29 Katamachi
Kanazawa