Pusimos el despertador a las 7:00 horas de la mañana, una buena ducha y a visitar distritos, hoy nos tocaba Marunouchi, Iidabashi, Akihabara y por la noche Roppongi. Cuando salimos del hostel fuimos a comprar algo de desayuno y mientras esperábamos que llegara el metro aprovechamos para comer. A primera hora de la mañana en el interior del metro es imposible hacer cualquier cosa parecíamos sardinas en lata!! Nuestra primera parada era el Palacio Imperial en el barrio de Marunouchi. Para llegar cogimos el metro hasta Nihombashi y allí hicimos transbordo hasta Ōtemachi. Llegamos a destino antes de las 9:00 horas de la mañana y aún no estaba abierto. A la hora en punto abrieron la puerta para visitar el Jardín Oriental del Palacio Imperial. Es la única sección del recinto que se puede visitar sin reserva y se accede por la puerta Ōtemon. |
En el interior del jardín había inmensas piedras empleadas para construir las murallas del palacio y hasta podías subir por una de las torres en ruinas. Solo se puede visitar el Palacio Imperial dos veces al año en fechas señaladas y para poder acceder al resto de jardines tienes que hacer una reserva previa a través de la web Imperial Household Agency con bastante antelación. Dimos un agradable paseo por los jardines y luego fuimos a buscar el puente Nihombashi. Nosotros nos perdimos un poco y dimos toda la vuelta exterior al palacio buscándolo, antes de llegar a la puerta de entrada inicial lo vimos...estaba justo al lado. Después de hacer unas fotos pusimos rumbo al Tokyo International Forum.
Se trata de una sala de exposiciones, conciertos y conferencias con una particularidad, la parte exterior es de cristal y tiene forma de embarcación. Parecía un barco en un mar de hormigón. Nos pareció muy espectacular y digno de visitar. A las 12:30 horas nos apretaba el hambre y buscamos un sitio para comer. Aprovechamos que estábamos en una zona de oficinas y nos decidimos por un local de menús barato Kanoya Hagiwara dentro de un centro comercial. Estaba repleto de trabajadores y el menú nos salió baratísimo para lo mucho que comimos. Nos encantó!!!! Después de comer fuimos a dar una vuelta por los alrededores de la Estación de Tokyo, edificio centenario desde el 2014 construido de ladrillo rojo que fue restaurado después de la II Guerra Mundial. Al poco rato decidimos volver a los jardines del Palacio Imperial para poner rumbo a pie hasta el distrito de Iidabashi. |
De camino al barrio cruzamos el parque de Kitanomaru-kōen, una extensión de árboles al norte de los jardines del Palacio Imperial que acoge diferentes museos y el Nippon Budōkan un estadio donde se practican artes marciales. Atravesando la carretera Yasukuni-dōri por un puente elevado llegamos al Yasukuni-jinja, un santuario en recuerdo de los muertos de la guerra de Japón. Después de pasear por su recinto y comernos un rico helado nos fuimos hacia Kagurazaka, un antiguo barrio de geishas con sinuosas calles empedradas y mucho glamour.
A media tarde nos pusimos a andar dirección el distrito de Akihabara o Akiba conocida por ser la actual ciudad de la electrónica y por ser el centro del universo otaku que atrapa a todos los fans del manga y anime. Cogimos la carretera de Sotobori-dōri, pasamos por el estadio Tokyo Dome City pero cuando llegamos a la primera boca de metro bajamos, estábamos muy cansados de andar. Fuimos desde la parada Suidobashi hasta Jimbocho y allí hicimos transbordo hasta la parada de Akihabara.
Al salir del metro nos costó un poco ubicarnos pero al localizar el Akihabara Radio Center nos resultó todo más fácil. Estuvimos dando vueltas por la zona intentando infiltrarnos con la gente friki pero no fue posible. Al caer la noche cogimos el metro hasta el distrito de Roppongi que era donde iríamos a cenar.
Fuimos a comer al restaurante Gonpachi, un local muy turístico pero que comimos muy bien. Volviendo al metro aprovechamos para hacer fotos a la Torre de Tokyo muy similar a la Torre Eiffel en París. Cogimos el metro hasta la parada de Higashi y allí hicimos transbordo hasta nuestra parada Asakusa. Después de un día tan intenso no tardamos mucho en ir a dormir.
Marunouchi - Tokyo