A las 07:00 horas de la mañana nos despertamos e hicimos el check out en el hostel My My Arthouse. Recogimos nuestras mochilas y fuimos a comprar el desayuno al café ABC Bakery, un sitio muy moderno dónde compramos muffins y cookies de chocolate por 70.000 VND=2,5 €. Una vez comprado el desayuno nos fuimos a la parada del autobús de la empresa Tam Hanh Travel en la misma calle Pham Ngu Lao. A las 08:00 horas de la mañana salía el bus que teníamos reservado hasta la localidad de Mui Ne. A esas horas de la mañana el caos que hay en la ciudad es atroz, muchos turistas con mochilas, vendedores ambulantes, coches, motos...una barbaridad!!
El autobús llegó un pelin tarde pero dentro de los parámetros normales. Al cabo de 500 metros el bus paró a recoger más turistas, y SORPRESA, ya no volvió a arrancar. Madre mía...los trabajadores empezaron a sacar herramientas, a picar por dónde estaba el motor...no veíamos nada claro. Al cabo de un rato y viendo que el bus no arrancaba nos dijeron que iban a traer otro sin mucha demora, media hora aproximadamente. Pues nada, nos engañaron, al cabo de una hora y media apareció el otro autobús. Mientras tanto nos dejaron en la acera de la calle con las mochilas, tirados vaya.
A las 09:30 horas de la mañana emprendimos trayecto dirección Mui Ne con otro bus que parecía más nuevo, o simplemente mejor. El viaje son 4 horas, y por tanto a las 2 horas hicimos una parada de rigor. Con el tiempo que habíamos perdido enseguida volvimos al bus para reemprender la marcha, pero SORPRESA, el autobús no volvió a arrancar, surrealista verdad? Pero cierto. Al cabo de unos 20 minutos aproximadamente arrancó y seguimos con el viaje. Solo deseábamos que el vehículo no parara más hasta llegar a la localidad de Mui Ne. La conducción de ésta gente no es muy buena pero a las 15:00 horas aproximadamente llegamos a destino. Nos dejaron a unos 300 metros del hotel Mui Ne Hills 2, en la calle principal Nguyen Dinh Chieu.
Subimos por una calle perpendicular a la principal y a pocos metros encontramos el hotel. Menuda sorpresa más agradable, un hotel formado por dos edificios, con piscina, vistas al mar y con una gente muy amable. Nos enseñaron nuestra habitación y nos dieron un batido de bienvenida mientras nos explicaban diferentes excursiones que podíamos hacer durante nuestra estancia. Aprovechamos para reservar un autobús a nuestro próximo destino Dalat. Dejamos las mochilas y cogimos unas bicicletas de paseo que tiene el mismo hotel para los clientes. Decidimos ir a dar una vuelta para poder ver la puesta de sol. El hotel está un poco apartado del pueblo pero la excursión fue genial. Fuimos con las bicicletas hasta el pueblo, hicimos una parada en la playa para ver los barcos de los pescadores amarrados y aprovechamos para hacer unas fotos antes que el sol se fuera. Después de hacer infinidad de fotos a éste bonito pueblo se hizo de noche. Cogimos las bicicletas y regresamos al hotel para ducharnos e ir a cenar. |
Es muy importante no olvidar el repelente de mosquitos...cuando volvimos al hotel de la excursión en bicicleta nos habían picado un montón de ellos por todo el cuerpo. Para cenar decidimos ir a un restaurante recomendado por la guía de turismo, Lam Tong, un restaurante familiar junto a la playa que ofrece pescado y marisco fresco de calidad. Comimos pescadito con salsa de limón y gambas al tamarindo. Relación calidad-precio correcta. Después de comer dimos un paseo hasta el hotel y a dormir. |