Nos levantamos a las 05:40 horas de la mañana, el desayuno era a las 06:20 horas. Queríamos ver la salida del sol desde la habitación ya que las vistas prometían pero entre la bruma del río y el barco que teníamos delante fue totalmente imposible apreciar alguna cosa. A las 07:00 horas dejamos nuestras mochilas en el hotel y cogimos un barco mucho más grande que la lancha, con más de 15 personas, para ir a visitar una piscifactoría y un pueblo Cham en los alrededores de Chau Doc. |
La visita a la piscifactoría fue interesante pero éramos tanta gente que no se podía ver en condiciones. En el poblado Cham aún siendo la misma gente, pudimos ver sin problemas otra cultura diferente a la nuestra y otra manera de vivir la vida, en cualquier caso curiosa. A las 08:45 horas de la mañana ya estábamos de vuelta al hotel para recoger nuestras mochilas, subir a un autobús e ir dirección al Monte Sam para ver la Pagoda de la Caverna. |
Llegados al Monte Sam nos dejaron unos 40 minutos aproximadamente para ir a visitar la Pagoda de la Caverna. Parecía que sería poco rato pero al final tuvimos tiempo de sobra para visitar hasta el más mínimo detalle del recinto. Región conocida por sus docenas de pagodas y templos-cueva. Las capillas, frecuentadas por peregrinos de origen chino y turistas, exhiben tumbas y exquisitos ejemplos del diseño y la artesanía vietnamita tradicional.
A las 10:00 horas terminamos de ver la Pagoda de la Caverna, subimos al autobús y emprendimos camino dirección Can Tho. A medio camino y después de casi dos horas de trayecto, hicimos una parada para comer en un chiringuito de carretera del pueblo de Long Xuyen, dónde comimos rollitos de primavera y noodles fritos con cerdo y picante. El servicio fue un poco lento pero la comida estaba muy buena.
Al final llegamos hasta el mercado de Can Tho, dónde compramos un poco de fruta para cenar, chirimoyas, mango y fruta del dragón. Algunos frutas tienen los mismos nombres que aquí pero el color de la fruta y el interior son muy diferentes y del sabor ya ni hablamos. Nos gustó mucho probar éstas frutas y decidimos que en ciudades venideras intentaríamos comprar más y diferentes. De vuelta al hotel pasamos por la Pagoda de Munirangsyaram para echarle un vistazo. Enseguida llegamos al hotel, cenamos la fruta (mucho más rica y sabrosa que la occidental), y después nos fuimos a dormir. El día siguiente se esperaba muy completo con la popular visita al mercado flotante de Cai Rang. |
Dejamos las mochilas en el hotel y sin perder tiempo fuimos a dar una vuelta por la ciudad. Nos acercamos hasta la estatua de Ho Chi Minh situada en el paseo marítimo de la ciudad, en la calle Hai Ba Trung. Seguimos por la calle hasta llegar al Templo de ONG, un curioso recinto lleno de conos de incienso. Durante toda la ruta que hicimos por la ciudad de Can Tho vimos el caos en las carreteras, llenas de innumerables motos, yendo de un sitio a otro sin seguir ningún tipo de reglas de conducción. |
Can Tho - Vietnam