Tras un largo e intenso verano que nunca parecía acabar, a las 18:30 del Domingo 30 de Octubre por fin dio comienzo nuestra aventura Patagónica. Un largo viaje de 18 horas nos llevó de Barcelona a Buenos Aires con una pequeña escala en Roma (volamos con Alitalia). El viaje discurrió sin grandes sobresaltos (exceptuando alguna que otra pequeña turbulencia) y con puntualidad suiza, a las 8:15 del Lunes 31 de Octubre pisamos suelo Argentino. La entrada a Argentina es a través del aeropuerto internacional Ministro Pistarini (más conocido como Ezeiza).
El destino final de nuestro primer día de vacaciones era Puerto Iguazú. Pequeño y tranquilo pueblo de la provincia de Misiones que se encuentra ubicado entre los ríos Paraná e Iguazú y que es la base perfecta desde la que visitar las Cataratas del Iguazú.
Cuando diseñamos el itinerario de nuestro viaje, lo primero que decidimos fue que no íbamos a dedicar a Buenos Aires más tiempo del necesario, es decir, que únicamente estaríamos en la capital Porteña el tiempo obligado por los fantásticos horarios de los vuelos domésticos de la compañía Aerolíneas Argentinas. Nuestro vuelo a Puerto Iguazú salía a las 19:05 desde el aeropuerto Jorge Newbery (más conocido como Aeroparque), así que disponíamos de unas horas libres en Buenos Aires. Para desplazarse desde Ezeiza al centro de Buenos Aires, el mejor modo (rápido y cómodo) es utilizar el servicio regular de bus de la compañia Manuel Tienda León. Permite hacer el traslado desde Ezeiza a Aeroparque con parada intermedia en el centro de Buenos Aires (Av. Eduardo Madero 1299), guardar las maletas en los lockers y visitar la ciudad mientras se hace tiempo hasta el vuelo de la tarde. |
Una vez en el centro de Buenos Aires lo primero que hicimos fue cambiar a pesos argentinos (ARS). La mejor zona para hacerlo son las calles Sarmiento y San Martín. Aquí se encuentran la mayoría de bancos y muchas casas de cambio, solo hay que darse un paseo para buscar el cambio más favorable y armarse de paciencia ante la burocracia que hay que superar para obtener cambio.
Superados los trámites para obtener cambio, aún nos quedaba algo de tiempo libre para pasear y conocer Buenos Aires. Nos adentramos en las estrechas calles del bullicioso barrio de Microcentro con el objetivo de llegar hasta la turística Plaza de Mayo, la más conocida de Buenos Aires. Alrededor de la plaza se encuentran algunos de los edificios más emblemáticos de la ciudad. En el lado oriental de la plaza la Casa Rosada es el palacio presidencial y sede del poder ejecutivo de la República Argentina. En el lado occidental se encuentra el Cabildo, antiguo ayuntamiento de la ciudad a mediados del siglo XVII, es actualmente un museo. La Catedral Metropolitana de estilo neo-clásico, ubicada en el norte de la plaza, es el principal templo católico de Buenos Aires. |
Apurando el poco tiempo libre que nos quedaba antes de volar hacia Puerto Iguazú, nos dirigimos al barrio de Puerto Madero. Es el más moderno de los 48 barrios que forman Buenos Aires. Esta antigua zona portuaria del Rio de la Plata se ha convertido en un moderno barrio plagado de edificios de oficinas, restaurantes y lujosos lofts. Aprovechamos para comer algo rápido en uno de los muchos establecimientos de comida preparada que hay en la zona orientados a los empleados de las oficinas. Por unos 60 ARS=10 € comimos una ensalada y las típicas empanadas argentinas (de carne, queso, verduras, etc.)
En los vuelos domésticos, la recomendación es estar en el aeropuerto con una hora de antelación, por lo que sobre las 17:30 cogemos el bus de Manuel Tienda León que nos lleva hasta el Aeroparque. Aquí tenemos nuestra primera mala experiencia con Aerolíneas Argentinas ya que nuestro vuelo a Puerto Iguazú se retrasó varias horas, por supuesto sin ningún tipo de explicación. El país y su gente son maravillosos, pero la compañía aérea deja mucho que desear.
Ya nos habían advertido que la seriedad de Aerolíneas Argentinas no es una de sus principales cualidades y en nuestro primer día tuvimos la primera demostración. Finalmente y tras cinco horas de retraso llegamos a Puerto Iguazú a las 2 de la madrugada.
El traslado del aeropuerto al hostel HI Iguazú Falls, unos 20 kilómetros, lo hicimos en minibús de la compañía Four Tourist Travel por 25 ARS=4 €.
Aeropuerto Puerto Iguazú
Argentina