Por la mañana temprano teníamos contratada una excursión en globo con la compañía Balloons Over Bagan. Empresa grande e importante de Myanmar con muy buenas críticas. Hicimos la reserva en nuestro país de origen y el precio fue de 310 € por persona por 45 minutos de vuelo. No es una excursión barata pero nos hacía mucha ilusión hacerla. A las 4:45 horas sonó el despertador ya que teníamos el pick up a las 5:10 horas. No fueron muy puntuales pero cuando eres el último es lo que tiene. Nos recogieron en un autobús rollo vintage que nos pareció muy bonito. Pasados unos 15 minutos aproximadamente llegamos al área de despegue, y nos dividieron por grupos de 16 personas. De la compañía que contratamos nosotros era de la que había más globos, pero también se podían ver otras empresas.
Mientras preparaban los globos tomamos un té y café. El globo estaba dividido en dos cestas grandes y en el medio estaba el piloto. En cada cesta había compartimentos para las 8 personas. Estaba muy bien montado. Bueno, nos lo pasamos más que genial, ya lo avanzo.
Cuando empezaron a salir los primeros rayos de luz el globo empezó a subir. Menuda sensación nueva que vivimos, que transporte más silencioso y calmado. Parecía que estuvieras flotando en el aire. Había un silencio sepulcral. La gente hacía fotos y solo hablaba el piloto. Al principio había una brumilla matinal que lo hacía interesante y misterioso. Las vistas de Bagan fueron increíbles, pero se tiene que vivir. No hay foto que pueda plasmar lo que vivimos y sentimos allí arriba. Muy pero que muy recomendable.
Eran 45 minutos cruzando la llanura de Bagan de norte a sur, empezamos desde Nyaung U hasta Nuevo Bagan. El globo siempre estaba a una altura del suelo ideal para poder ver todo y hacer unas fotos geniales. Todo fue perfecto. Pasados los minutos empezamos a bajar para aterrizar, y todo estaba bajo control, tardamos muy poco. Una vez abajo nos esperaban con una copa de champagne y algo para desayunar. No podemos quejarnos de nada de la experiencia porqué todo fue brutal. Mientras volábamos el piloto nos hizo alguna foto que después se podía comprar, como siempre en todas las excursiones. Después de un rato conversando nos subimos al autobús y regresamos al hotel hacia las 8:00 horas de la mañana.
Una vez en el hotel fuimos a desayunar en el bufete libre, que hambre teníamos, tortilla con tostadas, croissants, café, té y noodles vermicelli, toma ya. Después de desayunar fuimos a alquilar otra vez una e-bike, 10000 MMK=8 € por un día entero. Empezamos el día por la Zona de Myinkaba, nuestra primera parada fue en Nagayon, un templo elegante y bien conservado que en el interior tiene la estatua principal de buda de pie con una serpiente y un dragón en la cabeza. Tiene una Sikhara en forma de mazorca y para entrar se sube por una escalera muy estrecha. Ya en éste templo vimos que la e-bike no tenía demasiada batería y fuimos a solventar el problema antes que fuera demasiado tarde.
Arreglado el problema con la motocicleta nos paramos en Abeyadana Pahto, en el interior y con la ayuda de una linterna pueden distinguirse muchas figuras. El santuario interior contiene un gran buda sedente de ladrillo, y en los muros circundantes se suceden los nichos, que hoy en día están casi todos vacíos. Seguimos al otro lado de la carretera hasta Kyasin donde algunos visitantes disfrutan de una buena puesta de sol. Salimos por detrás y llegamos al pueblo de Myinkaba donde dimos un paseo. Un poco al oeste del pueblo paramos en Manuha Paya, pagoda blanca abierta al culto y de traza moderna que se remonta al 1059. Delante del edificio hay tres budas sedentes y detrás un enorme buda reclinado. Todos parecen demasiado grandes para el marco que los alberga, lo que simboliza la tensión e incomodidad que el rey tuvo que soportar. Justo al lado estaba Nan Paya, se dice que sirvió de prisión, aunque hay pocas pruebas que respalden la leyenda. |
Subiendo un poco al norte paramos en Mingalazedi Paya, estupa de ladrillo rojo próxima al río que representa el esplendor final del frenesí arquitectónico de Bagan, como se aprecia en su enorme cúpula y en los azulejos que rodean cada terraza. En el interior hay un edificio pequeño que alberga una de las pocas bibliotecas de Tripitaka construidas en ladrillo. Llegados a éste punto dimos un paseo por el Bagan Antiguo ya que estábamos al lado y después pusimos rumbo a la Llanura Sur.
Allí hicimos una visita a Dhammayazika Paya, un templo que se encuentra entre zonas verdes. Tiene una campana dorada y ofrece unas vistas preciosas desde su terraza más alta. La zedi pentagonal se parece a Shwezigon Paya (Zona de Nyaung U) con un diseño más inusual. Después hicimos una parada en Leimyethna Pahto, templo budista de color blanco que se asienta sobre una plataforma elevada y en el interior pueden verse frescos bien conservados.
Era mediodía e hicimos una parada para comer en el Black Rose en el Nuevo Bagan, un restaurante tailandés muy popular de la zona, nada del otro mundo. Después de comer hicimos gestiones para ir al Monte Popa el día siguiente. Al final reservamos un taxi compartido por 16000 MMK=12,8 € los dos.
Cuando terminamos nos fuimos al hotel a darnos una ducha porqué menudo calor y fuimos a ver el sunset en Phyatada Pagoda. La motocicleta nos hizo de las suyas hasta el templo, pero al final llegamos. Las vistas no eran tan espectaculares como el día anterior pero las fotos nos quedaron mucho mejor, el día estaba más limpio. Después de la puesta de sol regresamos al hotel. Finalmente y como se podía predecir ya desde primera hora de la mañana, la e-bike nos dejó tirados. La verdad es que al no tener un teléfono del país es complicado gestionar éstas cosas así que fuimos andando con la motocicleta hasta al hotel. De camino nos encontramos a unas chicas que nos ayudaron y llamaron al servicio técnico. En 5 o 10 minutos aproximadamente llegaron, nos cambiaron la batería y pudimos llegar al hotel sin problemas. Alquilamos las motocicletas todos los días en un sitio justo delante del hotel pero mejor no poneros la reseña porqué quedamos muy decepcionados con el servicio.
Una vez en el hotel cenamos en su restaurante ya que estábamos muy cansados para volver a salir, no nos apetecía. Después de cenar nos fuimos a dormir exhaustos. Menudos días estábamos viviendo en Bagan.
New Bagan