A las 4:30 horas de la mañana llegamos a Cuzco (3399m) con la empresa de autobuses Cruz del Sur. Como era muy temprano nos quedamos en la terminal a desayunar, había un pequeño bar donde poder tomar algo y allí nos quedamos. Comimos unos panes con jamón y queso que compramos en el centro de Puno y pedimos algo caliente para beber, por 6 PEN=1,5 €. Al cabo de una hora cogimos un taxi (12 PEN=3 € tarifario fijo) en dirección a nuestro alojamiento en Mama Simona Hostel. Hicimos el check in pero no teníamos nuestra habitación lista así que tuvimos que esperar. Era temprano así que estuvimos un rato en el comedor del hostel que era muy acogedor. Hacia las 7:00 horas fuimos a turistear por la ciudad. Nuestra primera parada fue en la Plaza de Armas llena de balcones con flores, estaba empezando un día soleado muy bonito y los colores brillaban por toda la plaza. Desde la Plaza de Armas iniciamos el circuito a pie de la guía sin llegar a las runas de Sacsayhuamán, que iríamos en otra ocasión. |
Cuando pasamos por la avenida del sol paramos en el Counter Central para comprar el boleto turístico para el resto de días por 130 PEN=31,5 € por persona, muy caro. Es un ticket necesario para visitar todos los yacimientos de la región válido para 10 días. Hay diferentes posibilidades de compra de boletos adaptables a las necesidades del cliente. A las 9:30 horas regresamos al hostel y ya teníamos nuestra habitación lista. Una vez estuvimos totalmente instalados fuimos a reservar un medio de transporte para el día siguiente poder llegar hasta Ollantataytambo dónde teníamos que coger el tren hasta Aguas Calientes. La mejor opción que encontramos fue coger un tour por el Valle Sagrado hasta nuestro destino por 56 PEN=13,5 € por persona, tenía buena pinta. Antes de volver a salir decidimos descansar un rato, la noche en el autobús había sido larga y teníamos que reponer fuerzas. |
A las 12:30 horas del mediodía nos levantamos y fuimos a comer. Optamos por un restaurante japonés al lado de la Plaza de Armas que tenía muy buena pinta, el Kintaro. Un restaurante muy sencillo con menú que nos fascinó. Después de comer nos perdimos por las calles de Cuzco, andamos sin rumbo fijo encontrando muchas calles, locales y monumentos espectaculares...una de las ciudades más bonitas de Perú con diferencia, menudo encanto tiene!!!!
A media tarde estábamos un poco cansados y decidimos ir a tomar algo al café Ayllu en la calle Almagro. Nos atendieron de malas maneras y nos fuimos a otro sitio. Habíamos oído hablar del café Qucharitas y nos acercamos hasta allí. Menuda diferencia de local, un sitio muy agradable, personal más que amable y famoso por sus helados caseros. Muy recomendable. Después de tomar algo regresamos al hostel para descansar un rato hasta que se hiciera de noche y poder salir a ver el ambiente.
Cuando salimos del hostel en dirección a la Plaza de Armas sentimos que había bajado mucha la temperatura, suerte del plumas, nos vino de maravilla!!! De noche la ciudad es muy bonita y está muy iluminada, parece mágica. Una vez pasada la plaza fuimos hasta la Cuesta de San Blas donde nos paramos a cenar en la Granja de Heidi, un sitio muy recomendable donde comimos muy bien. Después de cenar fuimos a dar una vuelta hasta la Plaza de San Blas y regresamos al hostel. Teníamos que preparar las mochilas para los días posteriores, la grande que íbamos a dejar en los lockers del hostel hasta la vuelta y la pequeña que nos llevaríamos hasta Machu Picchu con lo imprescindible. Después de preparar las cosas para la excursión del día siguiente al Valle Sagrado hasta llegar al majestuoso Machu Picchu pasando por el yacimiento de Pisac nos fuimos a dormir exhaustos, menudo día más largo pero a la vez bonito. |
Cuzco - Perú