Hoy íbamos a contemplar con nuestros propios ojos una de las 7 maravillas del mundo, el Machu Picchu (montaña vieja). Teníamos una mezcla de emociones que nos inundaba todo el cuerpo, qué nervios!!!! Recordad que nosotros compramos la entrada al santuario histórico con la subida al Wayna Picchu (montaña joven) desde casa para no tener problemas de aforo una vez allí, 183 PEN=44 € por persona, nada barato. A las 4:15 horas sonó el despertador, temprano, temprano! Nos levantamos, hicimos las mochilas y fuimos a desayunar, estaba incluido y te lo daban a ésta hora, están muy acostumbrados, toda la gente que va allí hace lo mismo. Para no perder tiempo nos llevamos el desayuno y nos lo comimos de camino a la parada de autobuses. Una vez allí nos dividimos, uno fue a la cola de los autobuses para subir de los primeros y el otro a la cola de los tickets del autobús. No había mucha gente, así que haciendo cuentas subiríamos con el segundo autobús, menuda gestión!!! |
Una de las maneras más famosas y bonitas de llegar al santuario histórico es por el Camino Inca, posibilidad que barajamos pero necesitas gozar de mucho más tiempo y no tener prisa, por lo tanto lo descartamos. Al final escogimos la más fácil que era llegar en autobús.
Después de algún que otro caos, a las 5:00 horas abrieron la venta de los tickets del autobús, 12 $=11 € por persona solo la ida, menudo atraco, que usureros son!! Hacia las 5:30 horas el primer autobús emprendió camino hacia al santuario histórico. Nosotros salimos con el segundo sin mucha más demora. Llegamos a las puertas a las 5:50 horas aproximadamente, abrían a las 6:00 horas y eramos muy pocos...que emoción!! Pues nada, a la hora prevista abrieron las puertas y entramos sin problemas, como ya sabíamos donde eran las mejores fotos, allí que fuimos, a la Cabaña del Guardián, menudo día amaneció! Cuando llegamos lo vimos, lo contemplamos, alucinamos al ver la maravilla que estaba ante nuestros ojos, el Machu Picchu!!! No puedo decir con palabras lo que sentí en ese momento porqué solo se puede saber cuando lo vives, pero lo que si puedo decir es que fue inexplicable. De verdad, al menos una vez en la vida tienes que ir!!!!
De las 7:00 a las 8:00 horas de la mañana reservamos la subida al Wayna Picchu como ya os he dicho antes. Después de hacer las primeras fotos del día con unas vistas impresionantes fuimos en dirección a la entrada de la montaña joven. La montaña, que está a 2700 metros de altura, dispone de un camino muy empinado y estrecho, que incluye varios tramos con peldaños, escalinatas talladas en la roca viva y cables. El ascenso varía entre 45 a 60 minutos, dependiendo de la condición física de cada persona. A las 7:00 horas abrieron las puertas y empezamos a subir junto con demás gente. Tardamos unos 50 minutos aproximadamente y verdaderamente la subida no es fácil. Una vez arriba vale la pena todo el esfuerzo hecho porqué las vistas son inmejorables y con el día que hacía más. Decir también que a medida que pasaban las horas el día se iba tapando, pero aún así pudimos gozar de una experiencia única e inolvidable. |
Cuando bajamos de la montaña joven volvimos al principio y empezamos la ruta turística por la Cabaña del Guardián para así recorrer todo el santuario histórico, sin perder detalle. Machu Picchu es una ciudadela inca del siglo XV que se alza 2430 metros en lo alto de una estrecha cresta montañosa por encima del río Urubamba. El yacimiento es un imán para los místicos, los aventureros y los estudiantes de historia: la majestuosidad de Machu Picchu es indiscutible.
A partir de la plaza principal donde se alza la ciudadela hay diferentes zonas a tener en cuenta para visitar. La zona de los templos, en la parte alta, es una de las mejores en cuánto a arquitectura. Si continuamos llegamos al sector agrícola oeste famoso por la cantidad de terrazas construidas. En la parte central de la ciudadela están el famoso Templo del Sol, la Casa del Inka y el Templo del Cóndor y después ya en la parte más baja de la ciudadela están los sectores industrial y residencial. La verdad es que con toda una mañana tienes tiempo de sobra de visitar todo el complejo sin problemas pero sin lugar a dudas el mejor sitio para hacer fotos es, y no me cansaré de decirlo, La Cabaña del Guardián.
A las 12:30 horas fuimos a la parte exterior del recinto a comer algo porqué el hambre ya apretaba. No os recomendamos comer mucha cantidad porqué los precios son desorbitados y tampoco puedes traerte comida, porqué dentro está prohibido, o sea que cuidado. Tienes la posibilidad de salir y entrar dentro del complejo hasta tres veces, más que nada porqué dentro no hay para comer ni sanitarios. Ahh! y hasta se paga por ir al lavabo, sin palabras!!!
Después de comer algo volvimos a entrar para despedirnos de tal maravilla, está claro que es un sitio mágico y encantador difícil de describir con palabras. El tiempo se estaba poniendo feo y empezaron a caer gotas, aún así, después de ver la cola para bajar en autobús, decidimos hacerlo andando hasta el pueblo de Aguas Calientes o también llamado El pueblo de Machu Picchu. Nos pilló la lluvia pero en menos de una hora ya estábamos en la estación de tren. Teníamos el billete de vuelta a Ollantaytambo a las 18:20 horas pero como era temprano preguntamos si podíamos cambiar los tickets y con un recargo de 7 $=6 € más por persona salimos a las 15:00 horas del mediodía.
A las 16:30 horas de la tarde llegamos a Ollantaytambo, pero aún teníamos que llegar a Cuzco, así que junto con una pareja de colombianos decidimos buscar un combi o taxi para que nos llevara de vuelta. Al final conseguimos uno por 15 PEN=3,6 € por persona, perfecto. Al cabo de una hora y media aproximadamente llegamos a Mama Simona Hostel, alojamiento que ya teníamos reservado y donde nos guardaban nuestras mochilas grandes si recordáis. Hicimos el check in, recogimos las mochilas y nos fuimos a aposentar. Ducha importante y enseguida nos fuimos a cenar. Después de mucho mirar nos decidimos por el Morena Peruvian Kitchen, sitio muy recomendado y con muy buenas críticas. Cuando terminamos de cenar dimos un paseo y sin pensarlo mucho nos fuimos a dormir, día muy largo, emocionante, e inolvidable.